Estos días pasados ha saltado a los medios de comunicación el fraude del atún rojo (coloreado), asunto que nos interesa tratar en este blog «Mar Sostenible«.
El atún rojo, una denominación comercial que se corresponde con varias especies, está más cotizado que otros atunes, debido a su escasez y a la fuerte demanda, fundamentalmente en los mercados japonés y coreano.
Diversas fuentes que hemos podido leer estos días en los distintos medios de comunicación hablan que en torno a un 40 % del atún que se comercializa no se corresponde con la especie de atún que se indica. De esos casos, la mayoría (en torno al 90 %) se corresponde con otras especies de atún que se hacen pasar por rojo, y el resto se corresponde con atún rojo que se vende por otra especie. ¿Y cómo es esto si el atún rojo es más caro?, pues sencillamente para esconder la procedencia ilegal del más cotizado de los atunes.
¿Dónde se produce el fraude de atún rojo?
En algunos casos los engañados son los restaurantes, ya que adquieren un atún que les dicen que es rojo sin serlo. En otros casos es el propio restaurante el que engaña a sus clientes. En ambos casos el proceso para realizar el engaño es colorear el atún antes de venderlo o servirlo en una mesa, empleando para ello en muchas ocasiones jugo de remolacha, que consigue que el atún tenga ese aspecto rojizo, sin modificar su sabor.
El fraude en la pesca
Según los estudios realizados por diversas organizaciones, parece que el fraude del atún es un fenómeno que se produce en muchos países, y no solo existe fraude en el atún, sino que se produce en muchas otras especies.
El mayor problema del fraude del atún rojo
El fraude al consumidor es un problema, un grave problema, y para combatirlo las administraciones deberían ser más vigilantes, pero el mayor problema es la sobrepesca de las diversas especies de atún rojo, lo que está ocasionando que las reservas de las distintas especies hayan disminuido de forma dramática en los últimos años, lo que ha llevado a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ha incluir el atún rojo del Atlántico en la lista de las especies en grave peligro de extinción.
Las diferentes especies de atún rojo presentan un crecimiento lento, y tardan en alcanzan su madurez sexual, por lo que en muchas ocasiones los atunes son pescados antes de reproducirse. Este hecho y la pesca intensiva que ha sufrido en los últimos años han impedido la regeneración de las especies de atún rojo.
Las soluciones
Entendemos que lo que se precisa para evitar la desaparición del atún rojo, pasaría primero por erradicar la pesca ilegal, y segundo por realizar una ordenación del sector y reparto de cuotas de pesca de acuerdo con criterios científicos que tengan como prioridad la sostenibilidad de las pesquerías, potenciando las flotas artesanales que emplean artes selectivas, en detrimento de las artes que ocasionan un mayor impacto ambiental.
Joaquín Alvarez Portela