Existen muy diversas formas de contaminación marina. En este artículo vamos a comentar esos diferentes tipos de contaminación marina.
El hombre ha estado ocasionando la degradación de los océanos desde hace miles de años. Ya en la época de la civilización romana se producía esa degradación, pero nada comparable con lo que estado ocurriendo en las últimas décadas, debido al crecimiento de la industria, al desarrollo de enormes ciudades, y a la escorrentía cuyo origen está en las explotaciones agrarias.
Los contaminantes que ha producido el hombre son de lo más diverso, desde fertilizantes químicos, plaguicidas y herbicidas, hasta detergentes, hidrocarburos, aguas residuales, plásticos, radiactiva… Algunos de estos contaminantes acaban en el fondo de los océanos, y otros muchos, tales como los plásticos, de los que hemos hablado varias veces en este blog, terminan flotando en los océanos y acumulados en las playas. Además, en muchos casos son ingeridos por peces y acaban en la cadena alimentaria humana.
Muchas de la contaminación que llega a los mares, lo hace a través de los ríos, a los que llegan gran cantidad de contaminación agrícola, como los plaguicidas, herbicidas y fertilizantes, además de las aguas residuales que alcanzan los ríos, procedentes de núcleos urbanos, que o bien carecen de estación depuradora de aguas residuales, o bien su funcionamiento no es el correcto. El problema de los contaminantes de origen agrícola es que contienen un exceso de nutrientes, que provoca un crecimiento masivo de algas, y estas algas consumen oxígeno, lo que dificulta la vida marina.
De la contaminación causada por los hidrocarburos ya hemos hablado en este blog. Esta contaminación no es solo la que más impacta en los medios de comunicación cuando se produce un accidente en un petrolero, o en una plataforma petrolífera, sino también esos vertidos mucho más frecuentes que realizan algunas embarcaciones de transporte de crudos, en labores de limpieza de sus tanques.
Y por supuesto la contaminación ocasionada por los plásticos, que muchos de ellos acaban trasformándose en microplásticos, y finalmente acaban siendo ingeridos por peces, aves marinas, acabando en muchos casos en nuestra cadena alimenticia. También muchos de estos plásticos acaban formando parte de gigantescas islas que han sido descubiertas tanto el océano Pacífico, como el océano Atlántico.
Desde este blog queremos recordar que tenemos que cambiar nuestra relación con los mares y océanos, no son un vertedero, no tienen una capacidad ilimitada de eliminar todos los vertidos que realizamos. Si queremos que las futuras generaciones disfruten de unos océnos sanos tenemos que realizar acciones ya.
Joaquín Alvarez